EL TIEMPO
La campaña de terror de las Farc se agudizará
¿Qué tanto podrá arreciar la campaña de terror de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc)? ¿Qué tan preparado está el país para enfrentar tal arremetida? Todos los expertos consultados por EL TIEMPO coinciden en que los ataques de los guerrilleros se agudizarán.
Muestra de ello es el balance parcial de los atentados registrados en Colombia durante las 48 horas siguientes al fin del diálogo entre el Gobierno y las Farc:
- Veinte municipios del Huila y todo Caquetá sin energía eléctrica.
- 172 industrias y 394 negocios de Medellín y el Valle de Aburrá con cortes en el suministro de gas.
- 14 municipios del sur de Cundinamarca y de Tolima sin comunicación telefónica
Eso, sin contar las 70.000 personas de Pitalito (sur del Huila), a quienes les cortaron el servicio de agua por posible envenenamiento del líquido. Los hechos y autores son materia de investigación.
El presidente Andrés Pastrana ya lo había advertido. Tenemos que estar preparados porque es muy posible que se incrementen los actos de terrorismo, dijo, en el histórico discurso de sepultura del proceso de paz, pasadas las 9 de la noche del miércoles.
Probablemente venga una guerra económica, urbana y contra la oligarquía en ciudades que nunca la han sentido, explicó el analista político y ex líder guerrillero Carlos Franco.
Alfredo Rangel, experto en guerrilla y estrategias militares, menciona, en particular, el agravamiento de ciertas acciones: El ataque a puentes más importantes, colapsos energéticos más críticos y un caos grande en el transporte terrestre.
Pero también, habla de incursiones aún no vistas en el país: Pueden interrumpir el comercio exterior de productos clave con el bloqueo de la exportación de petróleo, del café por vía terrestre, y del carbón que sale por dos puertos.
E incluso, no duda que intenten afectar la entrada de alimentos a Bogotá y otras capitales y traten de producir un apagón en la capital del país.
En un mes, más
Con menos detalles, otros analistas coinciden en los puntos esenciales. Antonio Navarro, senador y ex comandante del M-19 comenta: La guerrilla, seguramente, se va a partir en pequeños pedazos y va a actuar contra la infraestructura, contra la electricidad, contra las vías. Probablemente habrá operaciones urbanas con bombas.
Definir con exactitud los blancos que puede tener en la mira la guerrilla es casi imposible porque, precisamente, el factor sorpresa es clave a la hora de practicar el terror.
El mismo comandante de las Fuerzas Militares, general Fernando Tapias, explicaba hace pocos días a EL TIEMPO que en el país hay 2.000 puntos estratégicos y 20.000 torres de energía en los cuales podría explotar la dinamita del día.
En ese contexto, Rangel considera que el terrorismo se acentuará en poco más de un mes cuando los militares y la Policía hayan bajado la guardia. Si la base es la sorpresa no tiene gracia hacer lo que todo el mundo está esperando, dice.
Y hasta ahora, las estadísticas parecen darle la razón, pues a pesar de la intensidad de los atentados, no es mucha la diferencia entre el promedio de seis diarios de los últimos dos días y el promedio de cuatro que se produjeron cada día desde la firma del acuerdo del 20 de enero hasta el rompimiento de los diálogos (20 de febrero).
Se prevé, entonces, una jornada de elecciones parlamentarias (10 de marzo) marcada por la zozobra. Aunque, agrega el analista, las Farc no tiene por tradición sabotear los comicios.
Ira, milicias y dinamita
Lo que pocos se atreven a discutir es la infinita capacidad de las Farc para desestabilizar a través del terrorismo.
Y uno de los ejemplos más contundentes es el del puente El Alcaraván, en Ariari (Meta), que a pesar de ser una mole de 460 metros de extensión y de su situación estratégica, logró ser dinamitado e inutilizado, por tan solo tres guerrilleros con un carro repleto de plátanos que camuflaban explosivos.
Si se tiene en cuenta que en las Farc son unos 16.000 guerrilleros y que las autoridades han alertado sobre los cientos de toneladas de dinamita que circulan de manera clandestina en el país (el alcalde de Cali, habló de 120 toneladas en su ciudad), la capacidad matemática de multiplicar los atentados es enorme.
Y en especial en las ciudades, donde tienen milicias urbanas, que se han ido consolidando desde su creación en 1989, en Medellín, Bogotá, Cúcuta y Cartagena, y servirán como punta de lanza para cualquier ofensiva terrorista.
Además, hay que agregar, que según las autoridades, las Farc comenzaron a utilizar técnicas de sabotaje del Ejército Republicano Irlandés (Ira) y, de acuerdo con personas cercanas al extinto proceso de paz, no es muy clara la unidad de mando del secretariado de las Farc sobre sus frentes, lo cual dejaría en manos de por lo menos 100 comandantes de segunda línea la decisión de aplicar el terror.
El alcance de las nuevas estrategias está aún por verse. En Bogotá se han presentado, en el último mes, varios atentados, atribuidos a las Farc, que por su particularidad han llamado la atención: la bomba contra una válvula de la represa de Chingaza, cilindros explosivos contra el portal de Transmilenio en Usme y la bicicleta bomba en un restaurante del sur de la ciudad.
No se puede descartar tampoco el interés que puedan tener otros grupos terroristas de pescar en río revuelto. Como escribe Ariel Merari, del departamento de estudios de terrorismo de la Universidad de St. Andrews en Escocia, históricamente ha existido una insurgencia de derecha que hace atentados terroristas para así crear caos, con la esperanza de que la gente demande que el gobierno débil sea reemplazado por uno.
¿Para qué?
Hay quienes, a pesar de todo, descartan el terrorismo generalizado, pues consideran que sería un contrasentido político que les cerraría definitivamente a la guerrilla los afectos de la población.
Y esa es, tal vez, la pregunta clave hoy. ¿Para qué las Farc quieren intensificar el terrorismo? Para hacer una demostración de fuerza ante el próximo gobierno y poder en algún momento retomar el proceso, apunta Rangel.
La acción de la guerrilla en estos próximos meses dará nuevas luces sobre sus verdaderos intereses: si es para presionar al nuevo gobierno para que le dé una nueva oportunidad de diálogo, o para seguir ampliando su dominio territorial (en el Huila, la toma de pueblos y el secuestro de congresistas no es gratuito), o, como argumenta E.U. con respecto a lo que sucede en Putumayo, para controlar las tierras de cultivos ilícitos.
Por ahora, la referencia más próxima que tiene Colombia sobre el para qué del terrorismo y su capacidad de resistirlo, es la ola de ataques desatada por Pablo Escobar a principios de la década de los 90, que le sirvió para lograr privilegios en el pago de su condena y evitar la extradición.
¿Cómo enfrentar el terrorismo? Es el otro gran dilema. Aunque el general Tapias asegura que en un lapso de 15 días sus tropas evitaron 57 acciones de la guerrilla contra poblaciones, también reconoce que: hay cosas que uno no puede impedir, como una bomba en un restaurante.
Inteligencia en déficit
Hasta en los sistemas más avanzados de cualquier nación, existe la posibilidad de ser víctima de un atentado terrorista. Y eso quedó comprobado con lo que ocurrió en Nueva York, el 11 de septiembre, aseguró otro de los altos mandos militares.
El país ha reconocido el inmenso avance logrado por las Fuerzas Militares en pie de fuerza y movilidad, sin embargo, a la hora de enfrentar a un comando de tres personas, que envenenan el agua, no es mucho lo que pueden hacer.
La clave está en la inteligencia del Estado, que hoy es una verdadera incógnita. Conocedores aseguran que después de una buena racha de inteligencia de la Policía, en la persecución de los carteles en los 90, ahora es poco lo que se tiene para mostrar.
La esperanza está puesta en que, de un momento a otro, el presidente George Bush dé el visto bueno para que, como se anunció el viernes el Departamento de Estado, Colombia reciba colaboración de inteligencia en tiempo real contra el terrorismo (ver infografía).
La otra gran alternativa, según los expertos, es el poder de colaboración de la ciudadanía. La resistencia civil que ha nacido espontáneamente tendrá que enfrentar también este nuevo desafío.
Por algo, el presidente Andrés Pastrana, dedicó varios párrafos de su discurso a convocar a la sociedad. ¡Un ejército de 40 millones de colombianos es invencible!, proclamó.
Medidas antiterroristas
El ministro de Justicia, Rómulo González, dijo que el gobierno ha tomado todas las medidas legales, militares y policiales para enfrentar ataques de la guerrilla.
Se han tomado todas las medidas legales necesarias para enfrentar el terrorismo, incluyendo la nueva ley antiterrorista, mientras el Ejército y la Policía Nacional están funcionando con toda su capacidad, dijo González.
En Bogotá y muchas ciudades del país, la policía y el ejército están en las calles, adelantando retenes para la búsqueda de armas y explosivos.
Algunos candidatos presidenciales han pedido decretar el estado de conmoción interior para tomar facultades legislativas que le permitan adoptar medidas de emergencia durante 90 días.
González dijo que esa es una de las posibilidades bajo análisis, pero todavía no se ha llegado a una conclusión sobre la conveniencia de adoptarla.
Por su parte, la Superintendencia Bancaria recordó a las instituciones financieras las medidas vigentes para controlar todo tipo de flujo de capitales que puedan alimentar las finanzas del terrorismo.
Qué hay que hacer
Alfredo Rangel
Analista de estrategia militar
Aunque el Estado y las Fuerzas Militares se han fortalecido mucho, aún no están en la situación ideal para repeler las oleadas de sabotaje. Para controlar la situación sobreviniente el Gobierno tendría que declarar el Estado de conmoción interior, llamar a filas a por lo menos diez mil reservistas y emplear, a tope, la recientemente incrementada capacidad operativa de las Fuerzas Militares. Además, aumentar, de emergencia, el presupuesto militar y buscar la colaboración de la población civil.
León Valencia
Analista político y ex guerrillero
Para responder al terrorismo se necesitan dos cosas: Primero, la movilización de la gente. Segundo, Inteligencia estratégica, algo que en este momento no existe en las Fuerzas Armadas.
Miguel Maza Márquez
Ex director del DAS
Se deben incrementar los perfiles de inteligencia preventiva, que es la que puede evitar que se consume cualquier hecho. Para ello es vital, la participación de la población civil con sus denuncias. También establecer, en lo posible, un listado de recompensas. Eso, además de incentivar a la gente en su colaboración disminuye la capacidad del terrorista.
Rudolph Hommes
Economista y ex ministro de Hacienda
Dentro de la confrontación que se viene, sería prudente un cambio en los mandos militares. Dicen que el Ejército está fortalecido para la lucha contra la guerrilla. Lamentablemente eso está por verse.
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