INCURSIÓN EN CAUCA DEJA 10 CIVILES MUERTOS
Farc llegaron como poseídos
Clara violación al DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO
El Ejército atribuyó la masacre a la negativa de la población a permitir que el grupo guerrillero reclutara a sus menores.
POPAYÁN
Al ver los fusiles apuntándoles a sus tres hijos, Mercedes* no hizo otra cosa que acatar la orden de los guerrilleros que atacaron al corregimiento de Ortega Llano pasadas las 8 de la noche del sábado.
¡No tienen ni un minuto para salir de aquí!, gritaron los guerrilleros, al tiempo que la mujer y sus pequeños corrían para evitar que las llamas que consumían la casa los alcanzara.
Los guerrilleros de las Farc tocaron a su puerta después de que a pocos metros de allí habían asesinado, frente a su familia, a Duván María Chaté.
Él fue una de las diez víctimas que dejó la venganza de las Farc en esta población de Cajibío, en el noroccidente del Cauca, luego de que el pasado 14 de septiembre sus habitantes impidieran que el grupo guerrillero incorporara por la fuerza a los más jóvenes.
Cuanto lo siento en el alma que esta violencia deje a mis sobrinos huérfanos y a una esposa solitaria, dijo María Luisa Chaté, al recordar la sevicia con que fue asesinado su hermano.
El cruel ataque contra los civiles se presentó en la noche del sábado cuando el país se concentraba en el partido de fútbol Colombia-Paraguay.
Ellos llegaron como poseídos por el demonio, dijo un hombre de la región al recordar que con fusiles y machetes los guerrilleros dejaron la estela de muerte y dolor en este poblado de 400 habitantes, al que se logra llegar tras un recorrido de dos horas en carro y otras dos a pie o lomo de caballo atravesando un espeso bosque.
El ataque dejó además a cuatro personas heridas y por lo menos 40 viviendas arrasadas. Algunas de las personas muertas fueron desfiguradas con ácido, según versión de los pobladores. Ellos arrasaban con las viviendas y con quienes se encontraban a su paso. Lo más triste es que no solo dejaron en la ruina a la gente más pobre que vive en la zona, sino que antes de partir se llevaron la ropa, las cobijas y las remesas en nuestros caballos, precisó uno de los afectados.
Ayer, reunidos en el centro de lo que hasta el sábado fue su tierra, los pobladores recibieron remesas, medicamentos y mantas del Ejército, que ingresó a la zona en helicóptero.
El general Ernesto Canal, comandante de la Tercera Brigada del Ejército, atribuyó la masacre a la negativa de la población a permitir que las Farc se llevaran a sus menores. La maldad y la forma cobarde cuando los bandidos de la Farc, cumpliendo órdenes de Tirofijo y el Mono Jojoy, vinieron a llevarse a la fuerza a sus hijos para enseñarlos a asesinar y robar, pero que ustedes impidieron, los llevó a sufrir esta cruel masacre, explicó.
Y aunque 30 familias, aprovechando los helicópteros del Ejército, solicitaron ser evacuados de la zona, otros aseguraron que seguirán luchando para seguir enfrentando a la guerrilla hasta que todo llegue a su fin, así sea con su muerte. Alguien quedará para seguir enfrentando la realidad de la vida y mantener a la población, dijo un joven, al recordar que nunca antes a Ortega Llano la violencia había llegado, al igual que la energía.
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