Artículo publicado el 19 de junio en la revista Semana

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Junio de 2000, Colombia

Las Farc libran su última batalla en Internet por la decisión de la Universidad de California de desactivarle una de sus páginas 'web'.

Acaso no saben que se trata de un grupo terrorista que ha sembrado de sangre el país". "Deberían saber que al perjudicar al valiente grupo revolucionario le están haciendo el juego a la extrema derecha". Pese a que son diametralmente opuestos, los dos conceptos se refieren a una misma organización: las Farc. Y ambos están en la larga lista de mensajes de correo electrónico que le llegan a la Universidad de California, en Estados Unidos.

Allí, en la primaveral y apacible San Diego, se libra una ardua batalla en la que las protagonistas son las Farc. El grupo guerrillero ha desplegado toda su artillería informática para que sus consignas atraviesen el ciberespacio.

¿La razón? La Universidad desactivó una página de Internet dirigida por estudiantes con enlaces al sitio de la guerrilla en la que ésta mostraba su visión de la paz y también entregaba sus partes de guerra.

Se trata del sitio llamado 'Burn!', retirado del servidor de la entidad el 31 de mayo. "Nos cansamos de recibir correos electrónicos de colombianos furiosos", argumentó uno de los empleados del centro educativo.

"El pretexto no puede ser más frágil", dicen las Farc en un correo electrónico enviado al mundo, "se trata de una actitud intolerante". Por eso clama "respeto a los derechos de información, expresión y opinión". Paradójicamente, este mensaje fue puesto en Internet el mismo día que Raúl Reyes se quejaba en Madrid, España, contra los medios de comunicación. "No están con la paz", sentenció. "Hacen sindicaciones irresponsables y adjetivan, y eso exaspera los ánimos, genera desconfianzas y, en el caso de este proceso, mucho escepticismo".

En cambio los defensores de la página de las Farc no dudan en hacer señalamientos. A la directora del departamento de comunicaciones del alma mater, Carol Padden, le escribieron, también en Internet, que "ejerce su poder con ánimo dictatorial. Se hace lo que ella decide, sin que la comunidad, que es a la que ella debe servir, participe de estas decisiones".

La vocera de la Universidad, Dolores Davies, por su parte, tiene otra explicación: la página fue retirada por el departamento de comunicaciones únicamente cuando los estudiantes que la patrocinaban se negaron a poner sus propios nombres en 'Burn!'. "Tenemos una política de Internet que básicamente dice que cualquier página que esté en el servidor de la Universidad debe tener nombres para ser conectados y un grupo responsable al cual las personas puedan ir con sus quejas".

Precisamente fue esta situación la que rebosó la copa. Al departamento de comunicaciones, que maneja el servidor desde 1993, le caía a diario una cascada de mensajes de colombianos indignados que no entienden cómo una universidad de semejante prestigio puede servir de instrumento de una organización que se financia del secuestro y siembra el miedo en todo el país.

"Ese no es el problema", replicaron los defensores de la página. "Independientemente de compartir o no la justa y necesaria lucha de los rebeldes colombianos, lo que no se discute es su derecho a informar y el derecho de la comunidad a enterarse de su versión sobre la realidad colombiana".

Más allá de la discusión por el derecho a la información que aquí las Farc defienden con ahínco, el caso refleja los saltos de la organización en materia de comunicaciones. Así, mientras a su máximo líder, Manuel Marulanda, siempre se le ve con un machete al cinto y en muchos de sus ataques utilizan viejos cilindros de gas, simultáneamente a la tropa se le ve recibir con regocijo los avances de la informática.

Varias víctimas de las llamadas 'pescas milagrosas' sostienen que su suerte la definen los datos que tenga el comandante de turno en los computadores portátiles en los que reposa la información financiera de muchos colombianos.

La polémica de la Universidad ha tenido un eco enorme porque involucra a la comunidad de un país que tiene un papel decisorio en el proceso de paz colombiano. "Quitaron la página en un momento crítico para el gobierno de Estados Unidos justo cuando se prepara una intervención masiva de la guerra civil colombiana", reza un mensaje que circula en Internet.

Y es que aún hay muchos románticos que creen en la lucha "revolucionaria" de las Farc con la que busca "construir un país mejor". "Los administradores universitarios están tratando de cubrir su complicidad con las élites colombianas de derecha censurando las posiciones de las Farc", explica un grupo de estudiantes de este centro educativo llamado el Groundwork Collective, que patrocina la página.

Ellos insisten en la defensa de las ideas a través de la red. Bajo esta misma premisa, la semana pasada se presentaron dos sonados casos más. Ambos en Francia. Allí el Tribunal Correccional de París ordenó a los responsables del buscador de Internet Yahoo que, en un plazo de dos meses, impida el acceso de los internautas franceses a un espacio de subastas de objetos de simbología nazi. "Es una ofensa a la memoria colectiva de Francia".

Igualmente, un juez rechazó una demanda interpuesta por la Unión de Estudiantes Judíos en Francia, sobre el web Multimania donde existen unas páginas de contenido neonazi denominadas Nsdap, siglas del Partido Nacional Socialista de los Trabajadores Alemanes de Hitler. En el caso de las Farc la guerra aún no ha llegado a los tribunales. "Simplemente estábamos aburridos", sentenció Anthony Wood, director de computación académica de la Universidad de San Diego. ¿Por qué? "De la ola de furiosos correos electrónicos contra el sitio".

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