Carta de un colombiano al presidente Andrés Pastrana

Junio de 2000, Colombia

"Los Colombianos de bien le solicitamos al Señor Presidente de la República Dr. Andrés Pastrana Arango que, así como se le ha concedido una zona de distensión a los grupos de bandidos mal llamados guerrilleros, que lo único que han aportado al país es miseria, desplazamientos, secuestros, extorsiones, asesinatos, masacres, atentados contra el patrimonio común, desástres ecológicos, desempleo y hambre, nos conceda a los Colombianos honestos una porción del territorio nacional en donde podamos vivir en paz.

Le formulamos esta solicitud en vista de que cada día es más difícil vivir en un pais en donde las perspectivas para aquellos que aportamos al desarrollo y a la generación de empleo y bienestar en general no son otras que las de caer en manos de los bandidos de turno para ser extorsionados a su voluntad ante la mirada impávida de quienes manejan el país como si se tratara de un feudo, de los politicastros que no piensan en otra cosa distinta que en una manera rápida para enriquecerse a costa de la viabilidad misma de nuestra patria, de esos mismos bandidos que se ciernen como buitres sobre los indefensos ciudadanos. En Colombia las personas comunes y corrientes, los millones de trabajadores honestos nos vemos obligados a resignarnos con docilidad ante los intereses de los poderosos, los corruptos y los bandoleros y de todo cuanto bandido habita nuestro bello y envidiable terruño. Todos los días somos masacrados sin que se pueda contar con alguien que nos defienda. Parecería ser que para beneficiarse con la gracia del despeje o de la protección que brindan las organizaciones que velan por el cumplimiento del derecho internacional humanitario, hubiese necesidad de convertirse en destacado asesino o bandido.

Esta zona, que le pedimos le sea otorgada a quienes no contamos con los medios económicos suficientes para emigrar del país o a quienes todavía nos agrada vivir en nuestra patria, estará dedicada al progreso y desarrollo de todos los que allí escojan ubicarse. El respeto al D.I.H. junto con el derecho a la vivienda, salud, educación y esparcimientos dignos, a una infraestructura de carreteras adecuada, al desarrollo de planes energéticos a largo plazo, a mejores comunicaciones y la protección del medio ambiente, deberán incluirse entre los principales programas de desarrollo inmediato y prioritario. Su cumplimiento deberá ser supervisado por una comisión internacional de verificacion. A quienes decidamos vivir en ese lugar se nos garantizará que nuestros derechos fundamentales nos serán respetados. El derecho a la vida, a la propiedad, al desarrollo y todos los otros derechos fundamentales del individuo deberan constituir deberes primordiales para los gerentes de la Zona de Distensión para el Progreso.

En contraprestación las personas que decidamos ubicarnos en esta zona nos comprometeremos a contribuir a la redistribución del ingreso mediante la tributación. Estaremos eximidos de toda obligación actual para con la Nación, puesto que la Nación no tendrá ninguna responsabilidad para con nosotros y el dinero recaudado estará destinado a lograr una infraestructura general que permita alcanzar el bienestar y cubrir las necesidades primarias de todos los habitantes. El castigo por el mal manejo de los dineros públicos o la evasión de los deberes tributarios será la deportación inmediata del infractor a la zona de distensión del Caguán.

En esta zona se admitirá a toda persona sin limitación de raza, religión, color , nacionalidad, orientación ideológica y política y cuyo interes sea el mejoramiento propio y de su comunidad. Serán bienvenidos todos aquellos que quieran vivir una vida decente y disciplinada, vale decir los campesinos, tenderos, profesionales, miembros de las Fuerzas Militares y de Policía, industriales, ganaderos , agricultores, profesionales y los millones de Colombianos de bién que lo único que quieren es vivir y dejar vivir.

No se admitirán y serán extraditados inmediatamente a la zona de distensión del Caguán a los tramposos, delincuentes, asesinos, extorsionistas, ladrones de cuello blanco, políticos corruptos y pícaros en todas sus formas; estamos seguros que ahí se sentirán más cómodos porque todo parece indicar que es ese el comportamiento requerido para militar en los grupos guerrilleros.

Nos comprometemos con todos los habitantes de la zona asignada a promover entre otros la inversión extranjera, el progreso en todas sus formas, el turismo y cualquier otro tipo de actividad que redunde en beneficio de la comunidad. La norma de comportamiento más importante será la honestidad y el respeto por los derechos de los demás. Al mismo tiempo los habitantes de esta zona tendrán la obligación de hacer respetar sus derechos.

Se mantendrán relaciones cordiales con todos los vecinos pero se defenderá con fiereza el territorio que nos sea asignado contra los males que acabaron la Colombia que tanto nos ha dado.

En resumen señor Presidente, le pedimos que nos de una oportunidad para vivir una vida tranquila con esperanzas y posibilidades de desarrollo a los colombianos que todavía creemos en que no tenemos que emigrar a un país extranjero para que seamos tratados con el respeto que merece todo ser humano."

Si usted está de acuerdo con el contenido de esta carta, hágala circular y remítala a la Presidencia de la República. La direccion electrónica es: pastrana@presidencia.gov.co

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